La clase de hoy inaugura una nueva etapa, algo que de algún modo nos aleja de los últimos procesos ejecutados para acercarnos a otra manera de hacer totalmente distinta. Nos adentramos en el cubismo.
Este fue un movimiento artístico y cultural desarrollado entre 1907 y 1914, de origen francés y encabezado por figuras como Georges Braque o Pablo Picasso. Este movimiento inaugura una nueva forma de pensar que lucha contra la representación de la figura convencional tan venerada en la Edad Media y el Renacimiento.
El conocimiento de esta tendencia es esencial para nuestro aprendizaje, ya que será esta la que a principios del S.XX marque el camino del resto de vanguardias europeas que rompen con la tradición.
La sintesis del cubismo propone una nueva forma de ver el mundo, como un espacio fluido con de figura y fondo se funden, y crean una relación aún más estrecha entre ellos.
Llegados a este punto, es necesario realizar un proceso de ruptura, en el cual las piezas del dibujo se descolocan, rompen el dibujo y crean un matriz de formas que difuminan de algún modo la anterior existencia de una figura convencional.
Una vez conocido el proceso es necesario aplicar a nuestros dibujos diversas fases, que van desde las simplificación y la geometrización hasta el montaje y desmontaje de nuestro dibujo.
Este ha sido el resultado de dicho proceso
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