Semana 15

"Dibujar es planear, organizar, ordenar, relacionar y controlar."- Joseph Albers

Jueves 13 de Diciembre de 2012

Esto, aunque parezca mentira y nos haya resultado un paso quizás demasiado efímero en nuestra iniciación al arte, está llegando a su fin. Y que mejor manera de terminar un curso que nos ha ofrecido algo distinto que reflexionando sobre el origen del dibujo, tal y como uno de los pintores abstractos más influyentes del siglo XX como es Joseph Albers  nos lo muestra, pues en esta simple oración se puede de algún modo recoger la esencia de nuestro proceso de aprendizaje.

Como ya he dicho antes, esto toca su fin, y como era presumible, la complicación aumenta. Ya hemos asimilado y dejado atrás conceptos como la liberación de la mano, la figuración, o la representación del espacio mediante madejas de líneas y sistemas de relaciones. El tema a tratar esta última semana es de algún modo el ya insinuado anteriormente semanas atrás, ya que ahora sí que nos metemos de lleno en el mundo creativo a través de la abstracción. Y es que como es presumible, el día que decidimos convertirnos en estudiantes de arquitectura decidimos a su vez ser CREADORES. La función principal del creador es el tanteo, la probatura que no busca y deshecha una solución final, sino que crea y deshace, y vuelve a hacer.

Desde este punto de vista, el mundo debe ser un lugar que nos permita sumergirnos y emerger de nuevo, ese el tipo de mundo que crean los arquitectos. A la hora de afrontar nuestro dibujo, debemos configurar de algún modo una etapa previa, que se encuentra en el subconsciente, ya que como Pedro nos ha dicho (algo que a mí personalmente me ha resultado tan educativo como emotivo la verdad), DIBUJAR ES SOÑAR, conseguir balancearse entre la realidad y el sueño, moverse entre ambos mundos emergiendo de uno para sumergirnos en el otro y viceversa. Sin embargo la relación que mantienen ambas realidades no es nada sencilla, sino que en numerosas ocasiones provoca choques y conflictos que acaban con nuestros sueños hechos pedazos, pedazos que nos harán aprender, superarnos y evolucionar en nuestro aprendizaje.

Esta metáfora que Pedro nos propuso es perfectamente aplicable a la técnica del dibujo que en esta última semana debemos afrontar. No es fácil, pero nadie dijo que lo fuera, y por tanto debemos utilizar nuestra inteligencia, esos dos kilos de sesos que siempre nuestros profesores nos dicen que utilicemos para configurar correctamente nuestro dibujo.

Está claro que un dibujo abstracto no surge de la nada y no por arte de magia, y como creadores que somos debemos poner el funcionamiento la operación fundamental de tanteo. Nuestro dibujo debe nacer de una madeja de líneas que de algún modo se destruye pasando el trapo y se regenera con un nuevo que trazado que en ningún momento cierra el dibujo. Así creamos de algún modo una especie de memoria gráfica como una nebulosa de la cual extraemos las líneas más significativas, y creando un sistema de relaciones geométricas  que ajusta el dibujo empezamos a distinguir zonas de luz y sombra.
Una vez adquiridos los conceptos necesitamos ponernos frente a nuestro caballete y empezar a crear un dibujo aplicando el proceso visto anteriormente.

Sin embargo, no es una tarea fácil, el dibujo en numerosas operaciones necesita de operaciones de ajuste que no lo cierren sino que lo ajusten y ayuden a su evolución. Y he aquí la verdadera dificultad de la posibilidad de una geometrización excesiva que quizás separe totalmente nuestro dibujo de los que nuestros ojos ven.

Pero como todas y cada una de las clases de DAI, he de afrontarlo y este es el resultado.

Viernes 14 de Diciembre de 2012

Según entramos en el aula de DAI, sobraron las palabras. Es la última clase, todos sabemos que tenemos que hacer y como conseguirlo. El último dibujo del curso no necesita más presentación, teniendo presente todo lo dicho en la clase anterior, comenzamos a dibujar y esto es lo que he conseguido.

Tras el dibujo, Pedro y Fernando de algún modo despidieron DAI I y nos acercaron a lo que se nos avecina en los próximos meses. Solo me queda decir que estoy impaciente.