sábado, 15 de diciembre de 2012

Semana 14


Viernes 7 de Diciembre

“El éxito es un camino, no un destino.” - Ben Sweetland

Esto está concluyendo señores, y que mejor modo de aprovechar estos últimos instantes del curso que reflexionando sobre la idea que tanto hemos perseguido este curso y que el famoso autor y psicoanalista estadounidense Ben Sweetland nos presenta. Todo se puede resumir en un simple termino, “camino”.

Camino, comenzamos andar con la ilusión de empaparnos de conceptos, de ideas, pero ante todo de resultados. He aquí nuestro error, ya que para lograr iniciarnos en el arte de dibujar no se necesita llegar al virtuosismo ni a los dibujos espectaculares, sino a la concepción del dibujo, al proceso creativo, al tanteo, a los ajustes, a las correcciones, en definitiva, a todo eso que hace de un dibujo una obra total que sigue una serie de etapas y no surge de la nada.

Bueno, tomando esta misma línea, introducimos esta semana un nuevo tema, el de la arquitectura como un arte abstracto, un arte de figuras abstractas. Una vez afrontados los bloques anteriores, por un lado una primera toma de contacto con el mundo gráfico y por otro lado la figuración y las construcciones geométricas, nos ponemos en disposición de encarar el último ejercicio del curso, un dibujo de representación pero desde un punto de abstracción quizás no experimentado por ninguno de nosotros hasta entonces. Por fin acariciamos el tema del cubismo, que tanto interesó a maestros como Pablo Picasso o Georges Braque, y que nos lleva a representar la naturaleza mediante formas geométricas puramente abstractas.

Pero bueno, basta de presentaciones, y vamos a trabajar.

Antes de encarar el lienzo, debemos analizar el proceso creativo. Es necesario colocarse frente a la realidad de algún modo capturarla, conocerla, para después adentrarnos en ella, colonizando el papel con madejas de líneas y fijando nuestra atención en puntos clave que de algún modo compondrán la espina dorsal de nuestro dibujo. Una vez realizadas estas operaciones, empezaremos a introducir planos de luz y de sombra que creen contrastes y hagan de nuestro dibujo un verdadero espacio habitable.
Ya sabemos que hacer, ahora solo debemos colocarnos frente a la clase, capturarla en nuestro papel, sintetizarla, simplificarla, geometrizarla y por supuesto, estar dispuestos a crear de un modo alternativo dicha realidad.

Para mí quizás, el geometrizar espacios de luces y sombras no sea una tarea fácil ya que en ocasiones me pierdo en la propia abstracción y algunas figuras geométricas carecen de relación con el conjunto. 
Sin embargo, resulta gratificante enfrentarme a problemas que realmente pongan a prueba nuestra capacidad.


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